Grupo Logos: Quienes Somos

martes, 23 de septiembre de 2008

Quienes Somos

Grupo Logos es una agrupación constituida por profesionales Licenciados en Psicología, egresados de la Universidad de Buenos Aires (UBA), que cuentan con una amplia trayectoria en el cuidado de la salud mental tanto en el ámbito público como privado.

Contacto: grupologos@ymail.com

Propuesta

Realizamos un trabajo complementario al desarrollado por la institución tratante del niño –psiquiatras, psicopedagogos, terapistas ocupacionales, y otros- .
Nuestro equipo está dispuesto para los familiares que tengan necesidad y voluntad de facilitar la tarea del equipo tratante ayudando a buscar formas de resolución ante las propias dificultades y frente a las problemáticas cotidianas que se presentan con sus hijos.

Apuntamos a brindar un espacio terapéutico que permita resolver y trabajar de manera individual y /o vincular con los miembros de las familias que vivencian esta problemática, experimentándola en diversos conflictos y de modo singular y /o grupal.
Como es de vuestro conocimiento, las relaciones cotidianas se ven afectadas entre los miembros de estas familias, generando diversas consecuencias que obstaculizan la calidad de vida de todos y cada uno de los implicados: Los padres del niño, los hermanos y otros familiares cercanos.
En función de esta necesidad que consideramos, ofrecemos un dispositivo de atención dirigido a los miembros de estas familias, parejas y/o grupo familiar que consideren que su realidad se ve afectada.

Consecuentemente alentamos al trabajo interdisciplinario que permita evaluar el estado de trabajo y la orientación sinérgica del progreso terapéutico, desde el niño tratado por el equipo especializado hasta los que son tratados en los dispositivos de terapia individual o familiar por Grupo Logos.

Nuestra modalidad de trabajo se basa en el ejercicio profesional del rol a ocupar regido por la ética; donde los límites y lugares sean claros para todos y cada uno de los que trabajen como profesionales en salud mental. Cada profesional en relación a cada caso abordado, podrá responder sólo a un dispositivo clínico debiendo derivar otra demanda clínica que provenga de un mismo grupo familiar.

Objetivo Dispositivo Individual

Será nuestra finalidad trabajar junto al paciente que consulta ubicando con detenimiento y claridad, la singular posición de cada quien ante las problemáticas presentadas, para luego trabajar en éstas por objetivos, en función de lograr para el paciente una mejor calidad de vida. Trabajamos con un alto nivel de compromiso y también consideramos de vital importancia el compromiso del consultante.

Tenemos en cuenta la importancia de una clara interrelación entre la conflictiva presentada por quien consulta y el paciente atendido por la institución especializada en el tratamiento del niño con T.G.D., trastornos de la comunicación u otros trastornos asociados.

Objetivo Dispositivo Pareja y Familia

El tratamiento será un trabajo de conjunto en donde cada pareja o familia conforma un todo mayor que la suma de los individuos que componen dicho conjunto y por lo tanto tiene un modo de funcionamiento que le es propio. A ese grupo que llega a consultar, en primera instancia por la problemática que recae sobre uno de los integrantes, le ocurre algo distinto de lo que le sucede a cada individuo en forma singular. La patología, trastorno o discapacidad que padece uno de los hijos, trae consecuencias sobre los demás y sobre la vida cotidiana compartida.

En la clínica vincular la propuesta será trabajar, orientar y operar sobre la familia o la pareja como una totalidad: esto es, vínculos familiares, paterno-filiales, materno-filiales, fraternos, pareja parental y otros.

Para este trabajo de abordarán estrategias combinadas, que permitan adecuarse dentro del encuadre grupal a lo que cada situación grupal requiera, como por ejemplo los disímiles motivos específicos de la consulta o la derivación, ligados a los disímiles efectos y conductas reactivas a la situación no deseada.

Sistema de admisiones

Se establece un mismo dispositivo de admisión para las derivaciones individuales y las grupales.
Constará de una o dos entrevistas diagnósticas, en las cuales se evaluará la problemática y el motivo de consulta a trabajar.
Los consultantes podrán iniciar un tratamiento con un dispositivo y solicitar o recibir la indicación terapéutia, en forma posterior o paralelamente de otro de los dispositivos (por ejemplo, realizar un trabajo de terapia individual y luego solicitar terapia familiar; o la inversa).

¿Para qué ofrecemos ambos dispositivos?

Es una pregunta que recorre nuestro objetivo y propuesta de manera tangencial; sostenemos que el trabajo a realizar por la institución tratante del niño es una ardua tarea en la cual muchas veces los terapeutas, integradores y coordinadores se ven afectados por problemáticas ajenas a su tarea, como ser: ansiedad, angustia de la madre, el padre, los hermanos, maestros, y aún la propia en interacción con éstas. Situaciones que ensombrecen la claridad, efectividad y eficacia del tratamiento del niño.

Ofrecemos los dispositivos como posibilidad de oferta concreta a todas aquellas situaciones conexas con su núcleo: el niño con trastornos generalizados del desarrollo, trastornos de comunicación y otros trastornos asociados.

Tercer Dispositivo: Integración Escolar

Ofrecemos la coordinación, capacitación y supervisión de los profesionales que lleven a cabo las integraciones escolares.

Coordinación: realizamos la búsqueda y/o asesoramiento de instituciones escolares para cada caso en particular. Concretamos las entrevistas con la dirección de la escuela que escojan los padres, enviamos por escrito los informes de las reuniones escolares, e informes semestrales del trabajo con el integrador, para que los padres estén al tanto de la evolución del niño en la escuela y de la adquisición de contenidos individuales y grupales.

Supervisión: Contamos con un plantel profesional con experiencia en integraciones escolares encargado de supervisar la tarea que cada profesional contratado desempeñe.

Capacitación: Los profesionales son capacitados para abordar distintivamente y con una alta eficacia y efectividad al niño en el ámbito escolar realizando una tarea de sostén y amarre respetando la singularidad y el atravesamiento de variables que confluyen en el espacio del integrador: la escuela, el equipo tratante y la familia.

El profesional integrador recibirá capacitación en función del tipo de tratamiento en el cual esté inserto el niño, dividida en módulos temáticos específicos.

Este tercer dispositivo de Integración Escolar incluye la excelencia en integración, para que el niño sea abordado por un profesional altamente capacitado y especializado.

La Integración Escolar

La ley de educación Nº 26.206/06 cuenta con un capítulo dedicado a la Educación Especial; en esta se refiere a aquello que le concierne al Ministerio Nacional: "…garantizará la integración de los alumnos/as con discapacidades en todos los niveles y modalidades según las posibilidades de cada persona…". De allí se desprende que se ha instituido formalmente y se ha comprendido teóricamente la necesidad de disponer el sistema educativo para la inclusión de todos los niños.

No todos los niños o adolescentes con necesidades diferentes, capacidades diferentes o trastornos cognitivos, emocionales, conductuales u otros, necesitan el mismo tipo de apuntalamiento, integración o acompañamiento.

Si bien existen escuelas especiales, existen también disímiles especificidades dentro de los grandes grupos de trastornos que no se encuentran aún contemplados en ellas o bien se evalúa que la posibilidad de una escuela común con integración especial puede ser el mejor beneficio para estos alumnos.

En todos estos casos la función que cumple el/la maestro/a integrador/a en la integración escolar, es fundamental para el desarrollo del alumno con necesidades diferentes, y esto se cumple para las áreas que evolucionan de un modo paralelo y complementario: los aspectos madurativo; del desarrollo y simbólico. Estos tres aspectos mencionados arrojan, el basamento neurológico con el que se cuenta y que evoluciona; etapas y procesos internos en combinación con los externos en los cuales cada alumno puede evolucionar o inhibirse, presentar traumas, etc.; y todo un sistema afectivo-cognitivo en el que se presentan las vivencias, las emociones, los sentimientos, las relaciones objetales, etc., respectivamente.
-Cabe señalar el término de afectividad en su sentido más amplio desde una descripción psico-psiquiátrica en donde los afectos basales comprenden todos los matices que la experiencia sensible registra entre el bienestar y el malestar-.

De un modo interrelacionado encontramos en cada alumno a un sujeto o individuo que como tal es singular, que tiene su propia historia familiar, padres con sus propias vivencias, que cuenta con un potencial intelectual propio que determina los modos en que podrá asimilar los contenidos curriculares, acompañado por un registro corporal y posibilidades motrices concretas, con un nivel de socialización y de comprensión que también serán determinantes en su forma de estar presente en cada ámbito escolar de pertenencia, con sus hábitos, conductas, rutinas, vínculos, afectos.

Los alumnos especiales, con capacidades diferentes o disminuidas, presentan recursos, potencialidades y déficits disímiles y la preparación de los maestros y profesores debe ser la adecuada para cada uno de ellos. En algunos casos se hace necesaria la presencia de un maestro integrador que como función principal trabaje específicamente sobre los contenidos curriculares En su función pedagógica deberá hacer hincapié sobre modos operativos específicos y distintos para el abordaje, conocimiento y asimilación del alumno a los contenidos curriculares.

Otra de las funciones que se desarrolla en una integración y que no sólo no es menor o secundaria sino que subyace a todas las demás: para que el vínculo entre el maestro integrador y el alumno pueda dar lugar a cualquiera de las tareas necesarias y específicas para cada caso, el profesional debe constituirse como figura de sostén, como referente. No hay tarea a realizar que pueda ser efectiva si la función de sostén no se ha desarrollado por parte del integrador y el alumno no ha reconocido en el adulto.

Esta es una función social, vincular y por tanto de efectos terapéuticos, aunque los mismos no estén planteados como objetivos.

Entonces, la función de integración debe contemplar simultáneamente dos líneas de trabajo debido a las necesidades del alumno y sumando a ello, las necesidades curriculares esperadas por maestros o profesores del aula y por los padres:
Se espera que por medio de la integración el alumno obtenga los recursos didácticos necesarios y adecuados para acompañar las exigencias propuestas en el aula.
Seguramente ese alumno sólo podrá tomar dichas herramientas si paralelamente se va construyendo un lazo afectivo con el maestro integrador, quien sólo así podrá constituirse como una figura de referencia y contenedora, de confianza y de autoridad para el alumno.

Si la evolución del vínculo entre integrador y alumno logra plasmarse y el alumno se integra poco a poco al aula, tanto en el plano social como curricular, la intervención del integrador va cediendo lugar cada vez mas y paulatinamente tomando otra posición, tanto espacial –más alejada del alumno- como en su función “decodificadora” de las consignas dadas por la maestra del aula.

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